Por Alfredo Cepero
Las estrellas ya tienen competencia en la Tierra,
porque tu luz ilumina la noche de la Patria.
Una noche que tiene cuatro décadas largas
arrancando a mi pueblo dignidad y esperanza.
Sin embargo, no importan los caminos perdidos,
ni el silencio asesino que mató las palabras
que contaran certeras la tragedia cubana
a un mundo indiferente donde “nadie escuchaba”.
Porque tú, Oscar Elías,
con tu voz estentórea que defiende y acusa,
tu gesto de patriarca y tu nombre de biblia,
eres camino de la Cuba inconclusa
y profeta esperado de la cubanía.
Eres protector de la vida
en el feto que vive en el vientre materno,
el niño que añora una escuela sin dogmas
y el obrero que reclama un salario sin miedo.
Eres principios sin compromisos
que hagan mentira de tu verdad,
que no recuerden los oprimidos
y burlen tu sueño de libertad.
Eres justicia sin excepciones
que abran las brechas de nuevas lacras
dejando impune las violaciones
que han hecho infierno de nuestra patria.
Eres cubano sin exclusiones
que pongan freno a la Patria Nueva.
Le hablas a todos los corazones
y en tu artimética no existe resta,
cuando convocas sin dilaciones
para el banquete y para la siembra.
Oscar Elías, Reloj de Patria
que marca el tiempo de la esperanza.
Tu Cuba es grande y universal,
todos sus hijos son bienvenidos
para que andemos todos unidos
hacia una tierra de libertad.
Miami, 1 Febrero, 2004