LiberPress/ Diario Las Américas- El Dr. Oscar Elías Biscet es una sólida selección para la Medalla Presidencial de la Libertad del 2007. Debemos elogiar al presidente Bush por su compromiso al pueblo cubano y por otorgarle a este señor el premio civil más distinguido de Estados Unidos.
Por décadas, el Dr. Biscet ha sacrificado su vida luchando por la dignidad y libertad de él y sus compatriotas. Lamentablemente, el Dr. Biscet no estuvo presente en la Casa Blanca para recibir su premio porque el régimen sabe bien que Biscet es una amenaza a su existencia despótica. Al igual que cientos de cubanos, Biscet actualmente está encarcelado en los gulags de Cuba como un preso de consciencia. Con este premio, le rendimos tributo no solamente a Biscet sino también a los miles de cubanos que han compartido su destino.
El Dr. Biscet es una figura ejemplar para un creciente número de cubanos que insisten en obtener su libertad incondicional para elegir a sus líderes y expresar sus opiniones. Como un defensor de la vida, él también incitó la ira de los intolerantes déspotas en La Habana al desafiar las políticas del régimen con respecto al aborto. Su valiente campaña de desobediencia civil y resistencia pacifista lo ha hecho un blanco de tormento y tortura en las manos de estos tiranos crueles. Pero es claro que el Dr. Biscet no amenaza al pueblo cubano; él solamente amenaza a la injusticia que domina en la isla.
Al igual que Martin Luther King, Jr., Ghandi y John Adams, el Dr. Biscet es un descendiente de aquellos que han luchado por la libertad por siglos. Sus ideales son tan universales y poderosos que este régimen ha fracasado en su esfuerzo para extinguirlos de su tierra.
Biscet nos recuerda de la esperanza y el valor que existen dentro de Cuba. Es la misma esperanza y valor que vemos en los estudiantes que piden por “CAMBIO” frente a las multitudes violentas del gobierno, además de las Damas de Blanco quienes marchan y rezan por la liberación de sus familiares encarcelados. Esta esperanza también vive en las celdas de presos políticos como Biscet quienes, a través de sus familias y amigos, le siguen hablando al mundo sobre los ideales y valores que tienen que prevalecer a pesar de uno de los climas más severos que la libertad ha enfrentado en toda la historia.
En los mapas, Cuba está ubicada a solamente 90 millas de Estados Unidos. Pero jamás hemos estado tan cerca a realizar el sueño de una Cuba libre como estamos ahora. Con el apoyo amplio de la comunidad internacional, esfuerzos como los de Biscet están fortaleciendo el movimiento por el cambio que ni siquiera el régimen puede frenar.
Todos los estadounidenses debemos sentirnos orgullosos que nuestro gobierno le ha otorgado la Medalla Presidencial al Dr. Biscet. Ocasiones como esta también nos recuerdan de la responsabilidad moral que el próximo presidente de Estados Unidos tendrá para mantener los ojos del mundo enfocados en los abusos del régimen, mantener la presión sobre el régimen hasta que el pueblo sea libre, y apoyar al pueblo cubano cuando al fin tenga la oportunidad de determinar el futuro de su país. Como presidente, para mi sería un honor darles la bienvenida a la Casa Blanca a estos patriotas cubanos. Mientras tanto, tenemos que alabar su trabajo y ser fiel a su causa.
Mientras que nuestra nación honra al Dr. Biscet, yo quisiera enviarle mi propio mensaje. Dr. Biscet, eres una inspiración para el mundo entero. No estás solo en tu lucha. Las oraciones de aquellos que aman la libertad están contigo. Tú representas lo mejor del pueblo cubano. Los anales de la historia reservarán un lugar especial para ti y solamente infamia para los déspotas que saben bien que eres un testigo a sus atrocidades. El futuro de Cuba es prometedor debido a ti y a todas las personas que has inspirado.