LA HABANA, 3 de octubre 2003 (Elsa Morejón Hernández / www.cubanet.org) En una celda tapiada, en solitario, con insuficiente ventilación e iluminación, sin agua corriente y durmiendo sobre un muro de cemento con colchoneta en mal estado, se deteriora la salud de mi esposo, pues hace más de 6 meses que las autoridades carcelarias de la cárcel Kilo 5 ½ carretera Luis Lazo, provincia de Pinar del Río, lo mantienen en régimen de máximo rigor, incomunicado de sus familiares -sólo puede ver a la familia dos horas cada 3 meses- el correo por cartas es incierto, se le ha prohibido usar el teléfono para comunicarse con sus padres, esposa e hijos, a pesar de existir teléfono para estos menesteres en dicha cárcel.
El doctor Oscar Elías Biscet padece de hipertensión arterial esencial. grado iii, hipercolesterolemia, sepsis bucal severa.
A pesar del tratamiento médico mantiene cifras elevadas de presión arterial con frecuencia, pues los factores de riesgo a que está sometido impiden la estabilidad de la misma: sometimiento a altas temperaturas corporales, asilamiento prolongado, escasa comunicación familiar, estrés psicológico producto del medio ambiente hostil. Todo lo anterior ha provocado trastornos en su metabolismo, pérdida del apetito, trastornos digestivos e insomnio.
En visitas a la prisión hemos planteado nuestra preocupación y desacuerdo con esta situación a funcionarios carcelarios, pues todas ellas constituyen arbitrariedades dentro del sistema carcelario cubano, además de poner en peligro deliberadamente la vida de mi esposo, y tener a la familia sometida a
trastornos emocionales. Lamentablemente, no hay respuesta positiva a nuestros reclamos, que siempre se han presentado de forma correcta y civilizada.
El gobierno cubano predica una Batalla de Ideas, por lo que repetimos que la integridad física y psicológica de mi esposo no son sus ideas, a pesar de que está en prisión por ejercer el derecho a la libre asociación, expresión y presidir una organización de derechos humanos que promueve el derecho a la vida y a la libertad. Mi esposo es un hombre pacífico; sus únicas armas, la no violencia y sus ideas democráticas. En octubre de 2002 cumplió 3 años de cárcel por los mismos motivos.
El doctor Biscet, de 42 años de edad, médico especialista de primer grado en medicina interna, tiene dos hijos. Este año, varias instituciones prestigiosas reconocieron su labor pro-derechos humanos, otorgándole tres reconocimientos morales: premio anual de derechos humanos de la Fundación Hispano Cubana, con sede en España; premio anual Universidad en el Exilio de New School University, en New York, y premio anual internacional Promotores por la Democracia, del Instituto Republicado en Estados Unidos.
Por todo lo antes expuesto, solicitamos ayuda urgente de las personas que amen la justicia y la dignidad de los seres humanos, incluyendo organizaciones internacionales de derechos humanos, dignatarios, personalidades del mundo de la cultura, el arte y la religión, Organización Panamericana de la Salud,
Naciones Unidas, sedes diplomáticas acreditadas en Cuba, y todo aquél que sienta en su corazón el dolor de las injusticias.
Resido en Avenida de Acosta #464 entre 8va y 9na, Lawton, municipio 10 de Octubre. Ciudad de La Habana 10700.
El doctor Oscar Elías Biscet padece de hipertensión arterial esencial. grado iii, hipercolesterolemia, sepsis bucal severa.
A pesar del tratamiento médico mantiene cifras elevadas de presión arterial con frecuencia, pues los factores de riesgo a que está sometido impiden la estabilidad de la misma: sometimiento a altas temperaturas corporales, asilamiento prolongado, escasa comunicación familiar, estrés psicológico producto del medio ambiente hostil. Todo lo anterior ha provocado trastornos en su metabolismo, pérdida del apetito, trastornos digestivos e insomnio.
En visitas a la prisión hemos planteado nuestra preocupación y desacuerdo con esta situación a funcionarios carcelarios, pues todas ellas constituyen arbitrariedades dentro del sistema carcelario cubano, además de poner en peligro deliberadamente la vida de mi esposo, y tener a la familia sometida a
trastornos emocionales. Lamentablemente, no hay respuesta positiva a nuestros reclamos, que siempre se han presentado de forma correcta y civilizada.
El gobierno cubano predica una Batalla de Ideas, por lo que repetimos que la integridad física y psicológica de mi esposo no son sus ideas, a pesar de que está en prisión por ejercer el derecho a la libre asociación, expresión y presidir una organización de derechos humanos que promueve el derecho a la vida y a la libertad. Mi esposo es un hombre pacífico; sus únicas armas, la no violencia y sus ideas democráticas. En octubre de 2002 cumplió 3 años de cárcel por los mismos motivos.
El doctor Biscet, de 42 años de edad, médico especialista de primer grado en medicina interna, tiene dos hijos. Este año, varias instituciones prestigiosas reconocieron su labor pro-derechos humanos, otorgándole tres reconocimientos morales: premio anual de derechos humanos de la Fundación Hispano Cubana, con sede en España; premio anual Universidad en el Exilio de New School University, en New York, y premio anual internacional Promotores por la Democracia, del Instituto Republicado en Estados Unidos.
Por todo lo antes expuesto, solicitamos ayuda urgente de las personas que amen la justicia y la dignidad de los seres humanos, incluyendo organizaciones internacionales de derechos humanos, dignatarios, personalidades del mundo de la cultura, el arte y la religión, Organización Panamericana de la Salud,
Naciones Unidas, sedes diplomáticas acreditadas en Cuba, y todo aquél que sienta en su corazón el dolor de las injusticias.
Resido en Avenida de Acosta #464 entre 8va y 9na, Lawton, municipio 10 de Octubre. Ciudad de La Habana 10700.