martes, 17 de julio de 2007

Homenaje al prisionero de conciencia Dr. Oscar Elías Biscet por su cumpleaños

por Elsa Morejón Hernández

LiberPress- La Habana- 16 de Julio de 2007 - La virtud de la conciencia no se puede encarcelar, quizás yo no pueda expresar todo lo que mis ojos vieron, pero lo que sí yo quiero es homenajearte en tu día y colmarte de alegría.
Enhorabuena Oscar Elías Biscet, el 20 de Julio es tu 46 cumpleaños.
Que vivas muchos más años, nosotros aquí te esperamos y a Dios las gracias le damos por lo libre que El te ve.

Tu esposa que te ama.
Elsa Morejón


El alma de un no culpable

El alma de un no culpable
su rostro yo vi en prisión
y ese es el mayor dolor
que llevo en mi corazón.
Yo la vi. Yo la sentí.
La llevé para mi casa
y no he podido guardarla,
la llevo en mi corazón.

Yo la ví en aquellos ojos
que miran muy transparentes.
La vi en su frente y de frente,
Y no he podido olvidarla.

La vi en sus labios, la vi en su voz
que es dulce, suave y no miente,
El alma de un no culpable
La llevo en mi corazón.

La vi en sus manos limpias, fuertes
que muchas vidas salvaron
y en muchos hombros han estado
consolando del dolor.
El alma de un no culpable
la llevo en mi corazón

La vi en tinieblas sonreír
por el canto de un pajarillo,
Ese es mi mejor amigo
que en mi celda me acompaña,
sentí frío busqué a Dios
sin embargo había calor.
El alma de un no culpable
la llevo en mi corazón

Oh Dios dame fuerzas
que aquí yo he venido hoy,
para taerle alegría
a un hombre que está en prisión.

Por el Derecho a la Vida,
por defender de la muerte
a cualquier persona inocente
mi esposo está en la prisión

Encerrados nos dejaron
la puerta abre por afuera
allí a los dos nos dejaron
hasta que el carcelero abriera

Su alma la dejé libre
la mía estaba en prisión
El alma de un no culpable
les juro que está en prisión
y no he podido olvidarla
la llevo en mi corazón.


Por Elsa Morejón Hernández
Esposa del Dr. Oscar Elías Biscet
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Prisionero de Conciencia
Email:
elsamorejon@yahoo.com

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martes, 10 de julio de 2007

Oscar Elías Biscet: Su libertad por la libertad

por Rafael Marrón González

CubaRepresión/Correo del Caroní -10 /07/2007 - Juro que a veces me cuesta entender a los demócratas, sus excesivas delicadezas diplomáticas con regímenes totalitarios y su excesiva preocupación por parecer imparciales los hace cometer injusticias garrafales. La prensa libre del mundo ha utilizado millones de centímetros cuadrados para informar como si de algo trascendental se tratara, sobre la salud de Fidel Castro, un mugriento criminal que pasará a la historia por someter a la opresión y al miedo durante medio siglo a toda una nación y por llevar a cabo sistemáticamente el peor genocidio en la historia de la humanidad, al impedirle nacer a diez millones de cubanos mediante el aborto obligatorio, si tomamos como referencia que la población venezolana para el año 1959, cuando Fidel llegó al poder, era de 7.500 mil habitantes y Cuba tenía un censo similar, y hoy Venezuela tiene 27 millones de habitantes y Cuba, según estadísticas extraoficiales tiene cerca de 12 millones. La diferencia es el aborto, el control de la natalidad, la morbilidad materna, la desnutrición y el envejecimiento de la población, lo que ha llevado a Cuba a tener el más bajo índice de natalidad del continente. Esta violación a los derechos humanos antes del nacimiento ha pasado desapercibido para los grandes medios de comunicación que gastan centenares de horas de televisión en el devaneo de si se muere o de qué se muere el insepulto de La Habana, que tiene un extraordinario negocio con la venta de placentas a la industria farmacéutica. Un informe clandestino del equipo de profesionales pertenecientes a la proscrita Fundación Lawton de Derechos Humanos destaca que en diez meses del año 1997 en el Hospital Hijas de Galicia, ubicado en la barriada habanera de Luyanó, un total de mil 783 abortos fueron realizados: mil 549 mediante legrados, 198 a través de regulaciones menstruales (succión embrionaria antes de las ocho semanas de gestación) y 36 por aplicación de Rivanol, medicamento usado para provocar síntomas de "parto" y facilitar la expulsión "natural" del feto a partir del tercer mes de gestación, cuando ya éste ha alcanzado un relativo desarrollo como ser vivo. En el 27 por ciento de esos casos de Rivanol, las criaturas nacieron vivas y no se les proporcionó auxilios médicos, dejándolas morir. El 80,6 por ciento de las 36 criaturas cuya vida se cegó estaban sanas, no presentaban ninguna malformación congénita. En testimonios grabados, las madres narraron cómo los hijos nacieron vivos y la forma en que se les mató. En unos casos les cortaron el cordón umbilical y los dejaron que se desangraran y en otros los envolvieron vivos en un papel cartucho hasta la asfixia".
Fidel persigue a quien proteste
Por oponerse a esa práctica monstruosa, en mayo del 2000 un sacerdote español, Miguel Jordá, fue expulsado de la isla: - "Fui expulsado de Cuba por defender la vida antes de nacer. Difundí unas octavillas por toda mi parroquia con unos versos que defendían la vida. A raíz de aquello, el gobierno me hizo la vida imposible. Me ponían megáfonos con música estridente a las puertas de mi parroquia. Un día tomé un megáfono y denuncié que en Cuba se atropellaban los derechos humanos antes de nacer. Esa fue la chispa que desencadenó mi expulsión".
Comienza el martirio del Dr. Óscar Elías Biscet
Oscar Elías Biscet González es un joven médico cubano de origen humilde, nacido en 1961, que, en 1977, fundó y preside la Fundación Lawton por los Derechos Humanos, una organización considerada ilegal por las autoridades cubanas, y la cual promueve pacíficamente la defensa de los derechos humanos, por medio de tácticas de desobediencia civil no violentas. En él, en colaboración con otros miembros del movimiento de oposición pacífica quien llevó a cabo el estudio clandestino sobre las técnicas de aborto empleadas en el Hospital Hijas de Galicia, documentando estadísticas no oficiales sobre las técnicas de aborto utilizadas. En ese reporte investigativo, dio luz al testimonio de madres con relación a los métodos en que sus niños eran asesinados después de haber nacido, lo cual era práctica común en hospitales a lo largo de la isla. "Rivanol: un método para destruir la vida" se hizo público en abril de 1998 y fue entregado oficialmente al Gobierno cubano, con una carta a Fidel Castro el 9 de junio de 1998, en la que se denunciaba al Sistema de Salud cubano por genocidio. Dicho estudio fue traducido del español al inglés y enviado a la Convención Sobre los Derechos del Niño, en Ginebra, Suiza. En febrero de 1998, el Dr. Biscet fue oficialmente expulsado del Sistema Nacional de Salud junto con su esposa Elsa Morejón, enfermera de profesión, razón por la que, con su hijo adolescente, fueron expulsados de su casa en marzo de 1998, y tuvieron que depender de la caridad de sus amistades para subsistir. El 22 de febrero de 1999, al Dr. Biscet se le acuso de "conducta inapropiada" por haber organizado una protesta pacifica pro-vida frente al Hospital Hijas de Galicia en La Habana cuando él y la Sra. Migdalia Rosado, fueron golpeados salvajemente. Y en el colmo del lacayismo propio de la indignidad comunista, el director del hospital encabezó el ataque llevado a cabo por una turba de médicos, ex colegas del Dr. Biscet. El 28 de octubre de 1999, el doctor Biscet, acompañado de un grupo de partidarios, convocó una rueda de prensa para anunciar una marcha pacífica en La Habana para reclamar por la libertad de todos los presos políticos. En esta conferencia dos banderas cubanas se mostraron en una posición vertical invertida como señal de protesta por las violaciones de los derechos humanos en Cuba, pero los asistentes fueron golpeados brutalmente por turbas al servicio del gobierno. Como resultado de estas dos actividades el Dr. Biscet fue sentenciado a tres años de cárcel y los sirvió en la prisión "Cuba Sí" cerca de Holguín, oriente, situada en la parte oriental de Cuba, lejos de su casa en La Habana, lo cual hizo las visitas familiares extremadamente difícil durante esos años. Con este encarcelamiento sumaban 27 veces las que estuvo en prisión este defensor de los derechos humanos. Después de haber servido sus tres años en prisión, a fines del 2002, el Dr. Biscet fue puesto en libertad y se le permitió regresar a su casa. A penas un mes después, cuando se preparaba para reunirse con una delegación de activistas de derechos humanos de Matanzas, la policía secreta lo detuvo junto a muchos de los delegados. Después de varios meses en prisión, el Dr. Biscet fue nuevamente acusado de actividades peligrosas a la seguridad del Estado. En esta ocasión fue sentenciado a 25 años de prisión, la cual está cumpliendo en una cárcel de Pinar del Río. Desde su llegada a dicha prisión, se le ha castigado en una celda y se le ha mantenido incomunicado. En una reciente visita de su madre, el Dr. Biscet envió un mensaje a su esposa Elsa, pidiendo que sus hermanos y hermanas cubanos en la isla y en el exilio se unieran en oración con la comunidad internacional por la libertad de todos los prisioneros políticos y por la libertad de expresión en Cuba. Pero el doctor Oscar Elías Biscet González no es digno de ocupar los espacios periodísticos que la democracia occidental concede tan generosamente a difundir globalmente los ruidosos estertores intestinales del "sátrapa del Caribe".
Una carta del doctor Biscet
El 1 de junio de 2002, el doctor Biscet logró autorización para escribir a su familia y su esposa aprovechó la oportunidad para, vía telefónica, dictar esta carta a una organización en Miami que la ha difundido a través de Internet: "Estoy en la cárcel Kilo 5 1/2 de máximo rigor, en la provincia de Pinar del Río. Aquí me trajeron el 23 de abril de 2002 junto a tres disidentes: Héctor Palacios, Pepito y Nelson Molinet. Llegamos alrededor de las cinco de la tarde. Fuimos trasladados desde Villa Marista, cuartel de la policía política cubana desde ciudad de La Habana. Desde un inicio me he negado a usar el uniforme de preso porque lesiona mi dignidad de ciudadano inocente, además, no acepto el título de "mercenario" que nos quieren imponer, como tampoco acepto el falso juicio dirigido por Torquemada. Ante estos alegatos y la no cooperación pacífica mía, los guardias allí presentes procedieron a desnudarme por la fuerza y ponerme el uniforme de recluso en contra de mi voluntad. Posteriormente, me quitaron todas mis pertenencias incluyendo mi ropa interior y me condujeron hasta una celda oscura y sucia donde la única ventilación que recibía era hollín y humo de petróleo de la cocina de la cárcel. Inmediatamente me quité la camisa del uniforme de recluso. En dicha celda estuve hasta el 29 de mayo con dos reclusos asesinos y peligrosos frente a mí. (...) Ahora estoy aislado en una celda pequeña con condiciones mínimas, pero mejor, pues el sol entra y no el humo de petróleo de la cocina. Estoy más tranquilo ahora y los golpes en la puerta y los gritos de los reos son aislados. Llevo varios días durmiendo en la losa de cemento, ya estoy acostumbrándome. El primer aseo lo recibí el 28 de mayo. Las cartas y fotos de mi familia, incluyendo las pertenencias que traje, todavía no me las han entregado. (...) Estoy incomunicado pero, les puedo asegurar que en mi mente y mi corazón siempre estuvo y está mi familia, especialmente mi esposa Elsa Morejón, pues he tenido noticias de sus frecuentes viajes aquí a la prisión y con la dignidad que ha reclamado mis derechos. A mis hermanos en el exilio, a la comunidad internacional y al pueblo cubano les digo que me siento secuestrado sólo por defender el derecho a la vida y el derecho de todos los cubanos a vivir en libertad. (...) Como dijera Martin Luther King: "Si un pueblo es capaz de encontrar entre sus filas un 5% de sus hombres dispuestos a ir voluntariamente a la cárcel por una causa que ellos consideran justa, entonces no habrá obstáculo que pueda detenerlo". Un abrazo y que Dios les bendiga a todos".
Las palabras de su esposa para el mundo libre (29-11-06)
"Cuando pienso en la libertad, pienso en ti cubano, pienso en ti hermano mío. Me duele tu dolor, el dolor del presidio, del destierro, de la discriminación, de la intolerancia, del racismo, del odio, de las miserias humanas que denigran tu dignidad. (...) Cuando pienso en la libertad pienso en ti esposo mío que cumples la honrosa misión de permanecer preso en una cárcel de máxima seguridad porque un día dijiste que la pena de muerte y el aborto es un crimen contra la humanidad, porque no soportaste la violencia inmerecida contra los seres humanos y decidiste predicar y practicar con tu ejemplo la no violencia. (...) Sabemos que hace muchos años no ves una puesta de sol, un amanecer o un ramillete de estrellas. ¿Qué sol? Si hay soles que irradia la Sudáfrica del Caribe que ya no está oscura porque la luz se expande de adentro hacia afuera y esa luz es el amor incondicional de los cientos de cubanos que como tú están pidiendo para nuestros conciudadanos que vivamos en un Estado de Derecho. Te castigan por no ponerte uniforme, tu causa no necesita uniforme, está vestida de los ideales más hermosos que pueden exhibir con orgullo todos los hombres y mujeres que hoy están en prisión, que han salido de la esclavitud que los oprimía a la Libertad del Espíritu que concierne a la dignidad humana: la que suprime de los corazones humanos el odio, el miedo, la que trae paz y reconciliación entre los hombres, la que perdura, la que libera, la que mezcla lo humano con lo divino, la que construye y nos dignifica a todos, como tus pensamientos: 'La libertad y la no violencia hijas gemelas del amor al prójimo'. Para ti y para todos nuestros hermanos nuestras bendiciones y esta hermosa melodía espiritual que vibra en mi corazón: 'we shall overcome' (Venceremos, de Martin Luther King), cuando pienso en la libertad...".
Mensaje con destino
Quisiera que mi palabra tuviera la habilidad de anidar en la mente de los jóvenes, de todos los jóvenes, de esta patria que fue altar de la libertad, pero que su historia se sonroja con las huellas de los hombres de poder que la mancillaron y violaron el sagrado derecho que todo ser humano tiene a ser libre, a expresar libremente sus ideas y a transformarlas en progreso para todos, y a ejercer el derecho pleno a ser su propio dueño y su propio líder. El caso del doctor Biscet, es un ejemplo emblemático del significado de un gobierno totalitario que se erige en dueño de la verdad, de la vida y del camino de sus súbditos por castración de la ciudadanía. Sería verdaderamente extraordinario que desde nuestras universidades, desde las escuelas de medicina, desde los colegios médicos del país, se elevara una multitudinaria voz de contundente reclamo que recorra las arterias del planeta, exigiendo la libertad inmediata de este profesional de la decencia y de la dignidad del gremio médico, y de todos los presos de conciencia, cuya única culpa es haber nacido en un país con las libertades secuestradas por un déspota canalla cuyas garras infamantes pretenden insolentemente abatirse sobre la patria de Bolívar. Imaginen por unos minutos, jóvenes venezolanos, estar en la piel de este hombre que nació prisionero, que no tiene la menor idea de cómo es de hermosa la libertad y por eso la sueña y la pretende, y que ha seguido al pie de la letra el mensaje sublime del Quijote: "Por la libertad, amigo Sancho, se debe dar la vida si es preciso".
Pensar distinto es criminal en el mundo comunista, pero los comunistas se dan el lujo de pensar distinto en el mundo democrático, lo que les ha permitido pernear la conciencia libre de muchos jóvenes rebeldes que son captados por el discurso justicialista que esconde la garra de la esclavitud. ¡Patria: Socialismo es muerte!

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